¿Por qué huele el agua? Detalles para evitar problemas con el cabello y la piel

¿Por qué huele el agua? Detalles para evitar problemas con el cabello y la piel

Las empresas de suministro de agua utilizan procesos tecnológicos avanzados para que el agua llegue a los hogares, empresas y -en general- lo más pura posible, eso no significa que sus metodologías sean infalibles y la purifiquen en 100%, en otras palabras, no se puede asegurar del todo que esté libre de microorganismos que pueden afectar la salud humana, generar problemas en la piel o el cabello. 

En muchas ocasiones el agua genera olor y es a causa de diferentes variables. Entre las más frecuentes están que el líquido al pasar por los suministros, tuberías e instalaciones de nivel industrial, se impregne de algunos componentes que causan aromas, además –como se mencionó- puede que lleguen microorganismos que le den una un sabor u olor particular.  

También hay que entender que en las plantas de tratamiento se utilizan químicos y procesos que alteran de alguna manera su esencia y le generan olor al agua, sumado eso a todo el recorrido que hacen hasta las llaves. En esos recorridos el agua se expone a distintos materiales como óxido que la pueden alterar. A todo eso hay que sumar que cuando proviene de los tanques de agua hay otras causas que la afectan, por ejemplo, puede llevar reposada algunos días, generando que otros elementos puedan tener contacto con la misma y dejen modificaciones en el aroma. A veces se encuentran tanques que no han sido lavados y tienen moho que se empieza a concentrar. 

Cuando el agua de un acueducto está reposada en algún estanque o embalse, en sus orillas o fondos nacen –normalmente- algunas plantas, hierbas o algas, por lo que no resulta atípico que le genere olores particulares, lo que conlleva a otro punto; esas hierbas pueden pasar por un proceso de descomposición dejando una fragancia nada agradable en el líquido y que las personas la sientan al momento de abrir la llave para lavar la loza, ducharse o -incluso- lavarse las manos o el rostro. 

¡Atención! Hay que aclarar que un olor no significa que el agua esté contaminada, tampoco quiere decir que no sea utilizable para cocinar, consumir, bañarse o limpiarse la cara y manos, simplemente se deben tomar las precauciones necesarias.  

¿Por qué hay que tener cuidado? 

Como dice un viejo refrán: “La salud es lo primero”. Para protegerse y evitar enfermedades es mejor prevenir, ya que los hongos, bacterias o parásitos que pueden llegar a concentrarse en el agua afectan la salud humana al generar infecciones, atacar el sistema inmune, digestivo y al tener contacto con el cuerpo irritar la piel y dañar el pelo. 

Incluso, dependiendo del nivel de bacterias, los daños que se producen podrían ser similares a quemaduras leves, pero que no dejan de ser dolorosas y nada positivas para el cuidado de la piel y la salud. 

El agua con olor fuerte, debe tomarse como una señal de precaución, ya que de estar –efectivamente- contaminada, su consumo podría ser grave y hay riesgo de generar quebrantos de salud o enfermedades como sarna o acarosis (ácaros), llevando a rasquiña intensa, la cual es contagiosa y pone a todos los miembros del hogar en riesgo. Tener contacto o beber agua empozada o de tanque que contiene hongos genera infecciones micóticas, las cuales se van propagando a la superficie cutánea, dejando –también-- picazón, la piel seca y dañando el cuero cabelludo. De igual manera, la aparición de espinillas y granos, puede asociarse al uso de agua no apta para el cuidado de la piel.  

¿Cómo prevenir? 

Lavar los tanques o pozos de los hogares y conjuntos residenciales en el tiempo estipulado por las autoridades es el primer paso para evitar que exista olor en el agua o se contaminé con diversas partículas. Esas desinfecciones removerán las capas de tierra que se van concentrando 

Si el olor en el agua es muy fuerte, una de las mejores alternativas es hervirla; ese es un proceso que permite limpiar el líquido de bacterias, moho y algas, entre otros. Lo ideal es ponerla en una olla a una alta temperatura por lo menos 15 minutos, ya sea para bañarse, limpiar el cabello, cocinar o consumir. 

De igual manera, los métodos de filtrado son diversos y efectivos, la esencia se trata de tener un filtro que separa los microorganismos del agua, la mayoría son sencillos de implementar. Hay que recordar que los filtros deben cambiarse cada determinado tiempo para que su porcentaje de eficiencia no disminuya. 

Existen de varios materiales como carbón, cerámica, arena y tela (los más comunes); para eliminar lo que tiene que ver con el olor en el agua el más recomendado es el de carbón activado, además de contrarrestar el cloro en el agua y los sabores desagradables. El carbón activado, atrae moléculas contaminantes y químicos y por eso en un filtro de carbón quedan atrapadas, pero es un proceso más aconsejado por los expertos cuando se trata de agua que se utilizará para lavar alimentos o ingerir. 

Otra alternativa son las jarras filtrantes, con una capacidad promedio de entre dos y cinco litros, en su uso es necesario cambiar el filtro cada mes y lavar el recipiente cuando esté vacío.  

Filtros en las duchas 

Así como hervir agua es muy eficaz purificar el agua para cocinar o ingerir, los filtros para duchas son una excelente solución para cuidar la piel y el rostro a la hora de bañarse. Por ejemplo, gracias a sus sistemas tecnológicos minimizan la cantidad de cloro en el agua, protegiendo la piel, rostro y cabello a la exposición continua y excesiva de agua que no es potable 100%, evitando generar dermatitis o se perjudique el cuerpo y -en general- la salud. 

Al protegerse de distintos agentes y purificar el agua, se protege el pH de la piel haciendo que esté más saludable, dejándola más suave y nutrida, esto, aunque no se crea, influye en tener un cuero cabelludo más sano. En niños pequeños el beneficio es aún mayor, pues su piel en edades tempranas es más sensible y el contacto con ciertos productos termina convirtiéndose en problemas crónicos. 

Ahí no acaba todo, los filtros para duchas además de reducir o eliminar el cloro de agua, logra que, cuando las personas se duchan con agua caliente, el vapor no tenga partículas dañinas que al inhalarlas generan daños en el sistema respiratorio, más cuando hay personas con predisposiciones médicas como bronquitis, asma o Infecciones Agudas Respiratorias (IRA). 

¿Le arden los ojos al bañarse? Siempre es mejor agendar una visita médica. Ahora, si ya tiene una condición médica detectada, entre más limpia sea el agua se disminuyen las posibilidades que los síntomas empeoren, sobre todo en el cuidado de la visión, uno de los sentidos más sensibles. 

Al adquirir un filtro de ducha se protege su pelo, piel y salud, lo mejor es que no tendrá que pensar en buscar a alguien para su instalación, ya que dejarla en funcionamiento es muy fácil y no toma más de 30 segundos poner sus tres partes. Las opciones que tiene Sanaté son de alta calidad y con una alta eficiencia. Con estos productos se está en la capacidad de ¡descubrir el poder del agua en su estado natural! Tampoco debe preocuparse si los filtros son compatibles, ya que todos son estándar para todo tipo de duchas. 

¡No lo dude más! Disfrute de los más de 14 niveles de filtración que aseguran la mejor y más completa purificación de agua. No hay razón para exponer la piel, el rostro o la salud. El agua en su estado más puro es el mejor aliado. 

 

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